Escuchas el tic-tac del reloj y lo sientes profundo en cada ventrículo cardiaco. Metrónomo de ilusiones que recorren tu atolondrada cabeza y buscan salir despavoridas de tu ser para dejar de ser potencia y vivir y morir en acto.
Tejes tu capullo con la misma delicadeza con la que una madre arropa a su pequeño recién nacido.
Te preparas, no conoces el futuro y sin embargo sabes que te espera un universo de maravillas, de luces, colores, sensaciones, quieres recorrer el mundo y comértelo a mordidas.
Oruguita metamorfoseada, pronto serás una valiente mariposa, colorida, desplegando tus alas para volar en dirección al viento, mientras tanto sigue protegiendo tu proceso, envuélvete, date fuerza, y cuando estés lista, vuela!